lunes, 20 de mayo de 2013

Personajes históricos de nuestra tierra

Nuestra localidad tiene una gran historia y de ella han salido numerosos personajes, algunos de gran importancia para la historia de España.
 Los mas destacados son: 


*Niceto Alcalá Zamora y Torres*

Nace en Priego en 1.718, siendo el primer artista de la escuela que nace en la localidad. Vinculado al taller de los Sánchez de Rueda, de los que es continuador de su estilo, llegando a evolucionar a formas plenamente barrocas, imprimiéndoles su marcada personalidad.





    Como característica de su producción destaca la hoja de acanto más elegante, la introducción de policromías, espejos embutidos, utilización de la plata corlada, las bolas de cristal, etc. Su producción es más ornamental que arquitectónica, utilizando con asiduidad el estípite de complicadas formas y las molduras quebradas. Es el artista más prolífico de la escuela, llegando a desarrollar una ingente producción que abarca arquitectura, escultura, retablo y yeserías. Es el introductor de la rocalla. Característicos de su producción son los camarines de San Pedro y la Aurora, así como su iglesia, la remodelación de San Francisco, etc. Es el maestro, a su vez de otro gran artista de la población que será su sucesor: Francisco Javier Pedrajas, que llegará incluso a superarlo. Muere en Priego en 1.802.







 *Adolfo Lozano Sidro*



 Nace en Priego en 1.872, realizando sus estudios de bachillerato en Cabra. A finales de 1.885, su familia se traslada a Málaga, y en su instituto provincial prosigue sus estudios hasta el curso de 1.889. En estos años Adolfo comienza su aprendizaje artístico en la Escuela de Bellas Artes de Málaga y en el estudio del que fuera su principal maestro, Moreno Carbonero. Con 18 años envía una pintura al certamen convocado por la Sociedad Económica cordobesa de Amigos del País y obtiene una mención honorífica. En 1.890 su familia se traslada a Granada y los ambientes que en ella encuentra van a provocar la confirmación definitiva de su vocación. Las obras de temática granadina son muy abundantes, destacando “El árabe”, de 1.892 y que nos muestra ya a un artista con gran dominio de la técnica.




    La influencia de Granada en Adolfo fue total en muchos sentidos, junto a un grupo de amigos e intelectuales forma parte de la “Cofradía del Avellano”, liderada por Ángel Ganivet. A partir de 1.893 se traslada a Madrid volviendo a sus estudios con Moreno Carbonero y con Joaquín Sorolla. En 1.897 obtiene Mención de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes con el cuadro “Santa Teresa a los pies de Jesús”, en la de 1.910 obtiene la tercera medalla con “El Caballero andante”, y en 1.916 se le otorga medalla de plata en la Exposición Internacional de Panamá. Desde 1.904 y hasta su muerte colabora como ilustrador en la publicación “Blanco y Negro”, llegando a publicar 637 trabajos en los que demuestra un gran dominio del color, dándonos con ellos una visión general de la sociedad de la época captada de una forma pura y objetiva. En 1.924 realizó las ilustraciones de la novela “Pepita Jiménez” del egabrense Juan Valera, trabajo que es considerado como una obra cumbre de la Ilustración.

   Se convirtió en primerísima figura del arte de la Ilustración, dentro de la estética del modernismo y como cronista de su tiempo retrata con gran maestría tanto las fiestas de la alta sociedad madrileña como los ambientes rurales de su tierra natal. Falleció en 1.935.




*José Moya del Pino*





Nace en Priego en el año 1.891. Cuando tenía poco más de 10 años su padre lo entrega como aprendiz a un pintor itinerante (Carlos Mantón), que pintaba santos de cada una de las aldeas por donde pasaba y tras diez meses trabajando con él volvió a su casa. En 1.904, José Moya está en Granada, asistiendo a las clases que se impartían en el Centro Artístico, donde años antes había estudiado Adolfo Lozano Sidro. En 1.904 participa en la Exposición de Bellas Artes y Artes Industriales de Granada, obteniendo un diploma por la misma. En 1.907 se encuentra en Madrid y estudia en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado, asistiendo a los talleres de Degrain y Sorolla. En 1.910 participa en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, destacando su obra “Nocturno”, con resonancias vanguardistas. En 1.912 obtiene una pensión para realizar un viaje de estudios al extranjero, con la cual viajó por Italia y estuvo en París y Londres, donde hizo estudios de especialización en artes del libro en la Universidad de Kensington; con dicho viaje puede considerarse finalizada su etapa de formación.



    Como ilustrador, sus primeras actividades se realizan en Granada, siendo colaborador de prensa gráfica e ilustró varias publicaciones. En 1.918 realiza ilustraciones para prensa española, entre las que destaca una portada de la revista “Blanco y Negro”. En Madrid empieza a relacionarse con algunos de los más importantes intelectuales de la época en España, como Pío Baroja, Valle-Inclán, etc. También destaca su faceta como copista de obras pictóricas de grandes pintores, como el Greco y ,sobre todo, Velázquez. Concretamente de Velázquez copió toda la obra con las mismas medidas que los originales, utilizando los mismos procedimientos y en lienzos similares a los utilizados por . El día 21 de febrero de 1.924 es recibido en audiencia por el rey Alfonso XIII, que le encarga un retrato de su imagen. Tras ésto, el rey ordena la creación de una comisión para la difusión de la cultura española en América, poniendo como presidente de la misma a José Moya del Pino. Dicha entidad organizó un exposición itinerante con la colección completa de copias de la obra de Velázquez, que se inició en Madrid en 1.924. 

    Convertido en embajador de la cultura española en América, José Moya salió de Cádiz hacia Estados Unidos el 18 de febrero de 1.925. El día 8 de marzo llega a Nueva York, donde es recibido con notable repercusión publicitaria en los medios de comunicación, inaugurándose la exposición en el “Brooklin Museum”, donde permaneció hasta el 15 de junio. Posteriormente se celebró dicha exposición en Philadelphia y en Washington, llegando en 1.927 a San Francisco, donde su vida dará un cambio determinante, pues en 1.928 contrae matrimonio con una mujer americana con la que tendrá tres hijos. Ésta circunstancia, unida a los paisajes de la Bahía de San Francisco, el ambiente cosmopolita y el comienzo en 1.929 de la Gran Depresión, hará que se quede para siempre en la Bahía de San Francisco. Estando afincado en esta ciudad conoce el movimiento muralista que emergió en esta época, participando activamente en el movimiento, siendo uno de los 26 artistas seleccionados para decorar el Coit Tower de San Francisco. En los años siguientes, Moya realizó una treintena de murales, unos en solitario y otros en colaboración. 

    Con la proclamación en España de la República en 1.931 quedó su institución desahuciada debido al cambio de régimen y la salida traumática hacia el exilio del rey Alfonso XIII, puesto que dicha institución fue creada directamente por el monarca. En 1.934 Moya vino a España para negociar con las autoridades de la República sobre la situación de la embajada cultural española que había quedado varada en San Francisco y consiguió un nuevo pasaporte especial. Tras ésto se lleva a su madre y a su hermana a vivir con él a San Francisco. A partir de 1.934 destaca en tres facetas diferentes: como pintor (obteniendo varios premios en Estados Unidos), como profesor de arte en la Escuela de Bellas Artes de California en San Francisco y como dinamizador de la cultura en el entorno de la Bahía de San Francisco. Como pintor entregó en depósito su colección velazqueña a la Universidad de California en Berkley, donde hoy queda parte de su obra. En 1.969 falleció en su casa de San Francisco.



*Paquita Sicilia.*





 Si ya es difícil encontrar mujeres destacadas en la historia de Priego de Córdoba, debido al segundo plano al que ha estado relegada la mujer a lo largo de los siglos, más difícil es encontrar mujeres destacadas en el ámbito del arte.

    Sin embargo, existió una mujer, natural de Priego de Córdoba, que en los primeros años del siglo XX, consiguió cierta fama a nivel nacional como catante. Hasta el momento nadie ha señalado su existencia ni se ha publicado su biografía. He aquí una primera aproximación al personaje.

    Nació Paquita Sicilia en Priego de Córdoba hacia 1892. A la edad de 10 años marchó a Sevilla con su familia. En 1911 entró en una Academia para completar su formación como cantante, a la vista de sus grandes cualidades vocales y de su vocación ya demostrada.

    En el Carnaval de 1912 debutó como cantante en el Teatro Llorens de Sevilla, formando parte de un espectáculo en el que actuaban artistas eminentes de la época como “La Golla”, “Mari-Campi” y el célebre Rafael Arcos.

    Al terminar sus actuaciones en el teatro Llorens, fue contratada para 15 funciones en el Trianón de Madrid, ganando 40 pesetas por función, sueldo que en aquellos años no estaba al alcance de todos los artistas. Se trasladó después a Portugal donde estuvo ocho meses actuando en varios teatros de Lisboa y otras ciudades.

    En los años siguientes trabajó en los mejores teatros de Córdoba, Málaga, Granada y Sevilla. En 1915 se presentó en el Teatro Romea de Madrid. 


    Paquita Sicilia demostró en estos primeros años de sus vida artística que no era mujer proclive a promover escándalos, sino que se tomaba muy en serio su trabajo y se consideraba una cantante de calidad, por lo que en ocasiones, al negarse a complacer las peticiones extravagantes de algún sector del público afectado por el alcohol, tuvo que salir del teatro acompañada por la policía. Sus piezas preferidas eran los cuplés, tan de moda en aquella época y ya en estos primeros años de su carrera solía cantar uno que había sido compuesto expresamente para ella y que llevaba por título “No soy napolitana”.

    En 1915 vino a Priego para visitar a su padre que estaba enfermo. En est ocasión fue entrevistada por el periódico local “Patria Chica” (nº 9 de fecha 25 de abril de 1915) y unos días después ofreció dos funciones en el Teatro Principal.

    En ese mismo año de 1915 Paquita Sicilia tenía proyectadas varias actuaciones en Lisboa, desde viajaría a Brasil para realizar una gira por aquel país. Paquita Sicilia murío en Madrid a mediados del siglo XX.



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